jueves, 24 de julio de 2008

Lo que puedo escribir



Hay hombres que miran y no permiten despedirse.
Hay hombres que caminan como gacelas.
Hay hombres que no van a las peluquerías.
Hay hombres que olvidan el amor en el abrazo de su madre
y no buscan más que ese abrazo protector.
Hay hombres que piensan en la blancura de las huidas.
Hay hombres que laboran por la dignidad.
Hay hombres que disputan el poder,
el lugar del mejor mercadista
el mejor cotizante.
Hay hombres que buscan amantes para ocultar sus males.
Hay hombres que no se animan.
Hay hombres que abrazaría.
Hay hombres que coleccionaría en el cajón de la mesa de luz.
Hay hombres que no olvido

que tangueramente arraigan
Hay hombres que viajan para enfrascar su dependencia.
Hay hombres libres de toda responsabilidad.

Hay hombres que guardan cada cosa en la prolijidad deldesequilibrio.
Hay hombres que miran raro con hombreras y charreteras.
Hay hombres que silban pero que no ocupan ni el recuerdo.
Hay hombres que mueren para mi primavera.
Hay hombres que otoñan sus disgustos, resignado amaneceres.
Hay hombres que pintan como los dioses.
Hay hombres que hacen las mil y una metáforas.
Hay hombres ardientes sin jinetes, ni recados.
Hay hombres solos que desviven la palabra para delirar en una luna en llama.
Hay hombres que convocan una multitud sin besar más que compromisos políticos.
Hay hombres que no son más que una presencia ausente.
Hay hombres con barba imbuidos de las cuestiones sociales.
Hay hombres que toda la vida nacen con estrellas en la frente y con su corazón en el corazón y en la lengua de todos.
Solo un hombre hace de Sierra Maestra una Cordillera.